lunes, 23 de enero de 2023

5. Ideas para trabajar en forma inclusiva desde la óptica de la educación intercultural



 5.1 Aproximación 
conceptual a la inclusión

La inclusión tiene connotaciones más profundas que solo solucionar el acceso a la educación; también debe ocuparse de lo que sucede dentro de los salones de clases, de cómo viven y resuelven la vida las familias, la comunidad y el país, los cambios y transformaciones que se vienen operando desde el surgimiento de la Revolución Informática con su propuesta de vida virtual. Dicho esto como antecedente, pasamos a hacer una revisión de ideas que pueden contribuir a prácticas educativas interculturales de inclusión.

1.  Las aulas deben dejar de ser espacios de homogeneización y normalización de las leyes darwinianas. La calidad educativa debe dejar de medirse sobre la base de la ley de la selección o de la sobrevivencia del más fuerte. Los estudiantes, seres humanos vivos, necesitan cada vez con mayor fuerza ser aceptados como individualidades vivientes, hologramas de una cultura autopoiética que construye una nueva dialógica.

2.  La inclusión educativa debe propender a la equidad, esto es empeñarse para que todos los estudiantes alcancen aprendizajes que les permitan posicionarse en la vida como sujetos sociales, respetando sus ritmos de aprendizaje, lo que se resume en el respeto a su dignidad y el derecho a ser diferente; de ninguna manera debe proponerse que logren igualdad en los conocimientos, esa es una ficción nunca lograda en las escuelas.

3.   Una educación inclusiva ha de lograr que cada estudiante se involucre de manera total en los procesos educativos, esto es, que se incluya en todos los procesos pedagógicos propuestos con toda su integridad, con toda su entidad humana (corporal-cuerpo físico; anímica-psicológica; y, espiritual o cultural). Garantizar una inclusión total en los procesos educativos permite acercarse a la esencia misma de la educación: el educare “ayudar a sacar lo mejor de cada uno”.

4.   Un docente comprometido con la interculturalidad descubrirá que las diversidades en realidad son complementariedades que pueden enriquecer los procesos educativos, para ello debe convertirse en buen observador, no solo de los estudiantes y su entorno, sino de sí mismo.

5.  La educación intercultural concibe que el aula debe ser una especie de laboratorio social, comunidad humana donde estudiantes, docentes y autoridades comprendan que el espacio de áulico y de escuela en general es un espacio para aprendizajes, donde todos pueden alternar roles de aprendices y enseñantes.

6.  En todo momento debe recordarse que para educar seres humanos vivos es necesario una recreación permanente de las epistemologías, metodologías y procesos pedagógicos, porque lo importante no es comprobar la validez de una forma de pensamiento, una metodología o una forma de enseñanza, lo que realmente importa es potenciar en cada estudiante su sentido de pertenencia, su identidad desde un contexto que favorezca el desarrollo de una cultura de aprender.



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